Cátedra Raúl Porras Barrenechea

"Nadie entendería a cabalidad, sino nosotros mismos, por que queríamos y admirábamos, fiel y tercamente, y desde ángulos tan diversos, a este hombre singular e inolvidable que hoy nos ha dejado; en que tácita forma estábamos de acuerdo, hasta en los desacuerdos, para comprenderlo y confiar en él. Y para rodearlo, con respeto y afecto siempre con razón renovados, como a ser pensante, como a ciudadano ejemplar, incorruptible y valeroso, como a hombre magnífico, de esos que prestigiarán siempre aquello que el gran Alfonso Reyes definió como el ideal más alto: la profesión general del hombre".