Cátedra Raúl Porras Barrenechea

Blog-Homenaje a la memoria de Raúl Porras Barrenechea,
Historiador y Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

22 junio 2006

Porras y las Fuentes históricas peruanas
50 años de un libro fundacional

Verdadero "libro sobre libros", las FHP abarcó todo lo que sobre el Perú se hubiera escrito, dentro y fuera de nuestro país.

Por Félix Alvarez Brun
Historiador

El próximo mes de diciembre se cumple medio siglo de la publicación de Fuentes históricas peruanas de Raúl Porras Barrenechea. El acontecimiento no podía pasar inadvertido porque se trata de uno de los sucesos más destacados en el campo de la historiografía peruana.

Como discípulo del maestro Raúl Porras y como historiador, tengo mucho que decir en relación con la mencionada obra y el autor. Sin embargo debo ser breve, por razones de espacio. En consecuencia, me permito citar a los más versados especialistas en materia de fuentes históricas, como lo es Guillermo Lohmann Villena, quien además conoció muy bien al doctor Porras y estuvo vinculado a él en lo que se refiere a la investigación de similares etapas de la historia peruana.

Lohmann escribió en homenaje del doctor Porras, a raíz de su muerte el 27 de setiembre de 1960, un valioso ensayo titulado Porras Barrenechea, historiador romántico. En él, luego de evaluar la nutrida producción intelectual de Porras, particularmente en el campo de la historia peruana, ofrece una magnífica síntesis acerca de Fuentes históricas peruanas, que me parece importante citar para conocimiento de quienes se interesan en el tema de la historiografía en el Perú y Latinoamérica. Dice: "...en las Fuentes históricas peruanas, Porras vertió la experiencia de 40 años de lecturas sobre el Perú y de casi otro tanto de enseñanza en colegios y universidades. Es su obra más completa aun haciendo abstracción de que se echa de menos el análisis de los cronistas de la Conquista y constituye un panorama de la evolución del genero histórico en el Perú, desde los mitos y leyendas primitivos, hasta los últimos frutos de la investigación contemporánea. Obra que alcanzó el Premio Nacional de Historia Inca Garcilaso de la Vega en 1955, en 563 páginas se extiende con hondura crítica sobre el concepto y clasificación de las fuentes".

El contenido de Fuentes históricas peruanas es amplio y fundamental: los historiadores peruanos y extranjeros pueden consultarlo y lo consultan desde el momento en que fue publicada. Por este motivo, el Instituto que lleva el nombre del ilustre maestro (y que es el Centro de Altos Estudios y de Investigaciones Peruanas de la Universidad Mayor de San Marcos) tiene en camino la publicación de la tercera edición de dicha notable obra. En Fuentes, como lo declaró Porras en 1957, se "resumen 30 años de esfuerzo y... han sido comentadas favorablemente fuera del Perú y generalmente silenciadas en él".

Porras fue un apasionado de las fuentes históricas para escribir sobre hechos y personajes del pasado peruano. Para él, como lo señalaron dos notables historiadores, Langlois y Siegnobos, la historia se basa en documentos, porque "son las huellas que han dejado los pensamientos y los actos de los hombres de otros tiempos". El estudio de los documentos, por lo mismo, es fundamental, debe ser sometido a un trato crítico riguroso a fin de aceptar su contenido y rechazar lo falso o dudoso.

Quiero señalar un título de Porras en que hizo gala de conocimiento y dominio de las fuentes históricas: El legado quechua, publicado en 1999 por la Universidad de San Marcos, que he tenido el honor y el privilegio de prologar. En él digo que Porras, al tratar las diversas etapas de nuestra historia, desde las más remotas culturas indígenas hasta la República, no hizo otra cosa que cumplir con el compromiso que él mismo se había trazado: tener una visión integral del Perú y recoger el mensaje de auténtica peruanidad.

LOS VIAJEROS VISTOS POR PORRAS

En Fuentes históricas peruanas, Porras puso en valor el testimonio de los viajeros extranjeros del siglo XIX. Aquí un ejemplo: "Max Radiguet, dibujante y escritor francés, llega al Perú hacia 1841 a bordo de la fragata Reine Blanche como secretario del almirante Du Petit Thouars el primero de este nombre, y reside alrededor de tres años en Lima durante la época de la anarquía militar y el apogeo de Vivanco. Radiguet se siente atraído por el ambiente místico y sensual de Lima, por la mezcla de ascetismo y libertinaje, por la arquitectura morisca de la ciudad, la mezcla de prodigalidad y de miseria, el traje de la tapada, las corridas de toros, las rabonas, el ingenio alegre y chispeante de los limeños a los que llama 'los parisienses de la América del Sur'. Radiguet toma apuntes inapreciables con el lápiz y con la pluma de los tipos sociales de la época, de los salones, las gentes de medio pelo, las cofradías de negros, el paseo en la Alameda o las danzas y fiestas populares en Amancaes. También apunta y describe los tesoros artísticos de las iglesias limeñas y los principales acontecimientos políticos".


Publicado en el Suplemento El Dominical del diario El Comercio, el 21 de noviembre de 2004, p.9
El Reportero de la Historia, 7:06 p. m.