Cátedra Raúl Porras Barrenechea

Blog-Homenaje a la memoria de Raúl Porras Barrenechea,
Historiador y Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

02 setiembre 2006

Raúl Porras, Maestro *

Por Raúl Ferrero

Ahora que la muerte ha extinguido a uno de los más altos luminares de la cultura peruana, el país y sus instituciones rinden homenaje unánime a la personalidad de la obra señera de Raúl Porras. La inmortalidad, que está hecha de la recordación de un día y otro día, de la lumbre encendida en generaciones sucesivas por el reconocimiento y la admiración, rodea ya al Maestro, encumbrado por su tenacidad en la siembra de ideas y por su entereza para sostener las convicciones en que ardía. La Universidad Católica del Perú, en cuyas aulas resonará, por siempre, la voz magistral de su eminente profesor de Historia, así como el Instituto Riva-Agüero, en el que numerosos grupos consagrados a la investigación recibieron la enseñanza rectora y el ejemplo luminoso de Porras, han querido que mi voz eleve las preces ante el umbral de lo eterno. Lo hace también por mi intermedio la Asociación de Antiguos Alumnos de la Recoleta, colegio que imprimiera su formación inicial al maestro, a través de los clásicos franceses, con quienes sostuvo diálogo íntimo toda su vida, as! como por el culto a los ideales de libertad y dignidad humanas de los que Francia ha sido antorcha en el mundo. Las tres instituciones expresan su duelo al despedir los restos mortales de un hombre excepcional, vinculado a los claustros escolares y a su prolongación universitaria, tanto por su concepción esencial de la vida, como por la hondura de su mensaje peruanista y cristiano.

Raúl Porras vivió con sencillez patricia y tuvo la sobriedad que corresponde a un profesor universitario desdeñoso de la riqueza. Si bien la vida le brindó una participación en el poder, de modo tardío y contradictorio, jamás persiguió honores o medros, ajeno a las preocupaciones materialistas que vuelven fenicios a tantos hombres de valía. Nunca será inoportuno alabar esta nota distintiva del carácter de Porras: su desdén por el dinero. En una hora mundial que idolatra la riqueza como medida del éxito, el maestro Porras dio ejemplo de pobreza decorosa y consagración preferente a la juventud universitaria.

Mi generación recordará siempre aquellas clases magistrales que dictara Porras en la Universidad de San Marcos y en la Universidad Católica. Con verdadera pasión por la historia y la literatura, con voz clara y resonante, con gesto altivo, adelantando aquel mentón desafiante que no lograba desvanecer una fuerte impresión de bondad e innato señorío, el Maestro dictaba sus clases a un auditorio admirativo, que recibía ávidamente, los conocimientos trasfundidos con vitalidad creadora por efecto de la magia en la evocación y de la elegancia suprema en el estilo.

La vasta obra de Porras constituye un mensaje exigente para que la juventud de espaldas a la frivolidad y vuelque su inteligencia hacia el país profundo, de esencia mestiza y cristiana. Su libro capital "Fuentes Históricas Peruanas", muestra un acopio informativo jamás igualado, así como sabiduría en los juicios y belleza ática en el estilo. Gracias a dicho estudio monumental se ha restituido limpieza a la crítica y verdad inobjetable al proceso de la conquista y de ].a transculturación de España en América. El comento exhaustivo de los cronistas así corto la clasificación de ellos, según el doble criterio cronológico y profesional, y su análisis macizo, dejan para la posteridad un hito inamovible. Todo lo que en el futuro se escriba sobre la materia, será prolongación o explanación de los estudios de Porras, pues la seriedad y profundidad de la obra la han convertido en una piedra miliar para nuestra cultura histórica.

En la exaltación de las grandes figuras civiles de la época republicana, alcanzó Porras un tono cívico admirable, como que su formación liberal lo permitía apreciar con acierto que el nacimiento del Perú libre y la forja de su primer siglo independiente estaban unidos. consubstancialmente, a las ideas generosas de libertad, respeto a la determinación de cada pueblo y fraternidad humanitaria. La reconstrucción amorosa del pasado nacional, la evocación del nombre del Perú, así en su origen como en su significación mestiza, el insuperable estudio liminar que escribiera a los "Paisajes Peruanos" de Riva-Agüero, sus investigaciones sobre Pizarro y los valiosos hallazgos sobre el Inca Garcilaso, dieron un sentido fecundo y nobilísimo a la vida de Porras, iluminada por una vocación docente ejemplar que supo compartir con la defensa de nuestros derechos territoriales, a través de una larga vida de diplomático e investigador de nuestros títulos de frontera.

Porras sentía el pasado, más que como recuerdo inmóvil, como estímulo para realizar un mejor futuro, como demostración de que la patria es una comunidad espiritual tendida hacia perspectivas americanistas y universales. Por eso, así en el juicio histórico como en la coyuntura política, no se contagió de la práctica nacional de hablar a media voz, con ocultamientos vergonzantes de sus sentimientos y convicciones. Con talento e independencia, con gallardía en la actitud discrepante, y siempre con sinceridad, cualquiera que fuera la motivación íntima o su apasionamiento por una idea. Porras dio testimonio de su pensamiento valientemente, sin restricciones ni titubeos.


* Discurso pronunciado por el doctor Raúl Ferrero Rebagliati, a nombre de la Universidad Católica y de la Asociación de Ex-Alumnos de la Recoleta, en el sepelio del Dr. Raúl Porras Barrenechea.
El Reportero de la Historia, 8:00 p. m.